Retomo al asalto este humilde espacio después de varios meses sin publicar ningún artículo por motivos que no vienen al caso y lo hago con uno de los “descubrimientos” que tengo pendientes de plasmar en este blog, siempre con la intención de que sean totalmente inéditos, lo que evidentemente redunda en que los artículos sean muy espaciados en el tiempo y no pueda autoimponerme una disciplina de publicación.
En el caso que hoy nos ocupa doy fe que he buscado, rebuscado y husmeado hasta la extenuación en webs, bibliografías, archivos, he hecho algunas llamadas, he cruzado varios correos, y no he visto publicación alguna ni nadie ha dado muestras de conocer las dos preciosas prensas olearias que traigo aquí. Si estoy en un error me gustaría que me lo hicierais saber.
No os voy a contar cómo funcionaban las prensas olearias tardorromanas que podemos encontrar en los parajes cercanos a la ciudad de Cáceres, no os voy a dibujar esquemas de la plataforma de prensado labrada sobre la roca y su canal de desagüe por donde bajaba el líquido exprimido de la pasta de aceitunas, distribuida en capachos de esparto (como hasta hace no tanto) y no os voy a contar como eran prensadas con un sofisticado artilugio de madera compuesto por una viga horizontal fija en uno de sus extremos y que con un sistema de poleas sujetas a un cilindro de piedra que servía de contrapeso bajaban la viga y aplastaban los capachos de esparto... No, no os lo voy a contar. Al final del artículo os dejo algunos enlaces que lo contarán mejor que yo.
Y no os lo voy a contar porque lo mío, lo que me gusta, lo que me mola, es lo que nos queda: la piedra labrada pura y dura, pelada, la plataforma de prensado y su canal por el que discurría el precioso líquido.
Zascandileando hace unos meses por el término municipal de Malpartida de Cáceres (siempre Malpartida de Cáceres...), en un paraje con abundantes vestigios de explotación agropecuaria que se ha mantenido a lo largo de muchos siglos, cotilleaba un grupo de rocas que hacía tiempo que me llamaban la atención cuando pasaba por allí, y me topé de golpe con estas dos hermosas prensas de aceite labradas en la roca granítica, con toda seguridad tardorromanas, en una zona en la que ya no queda ni un solo olivo (los pocos que quedan están en las cercanías del nucleo urbano de Malpartida):
La mayor tiene un diámetro total de 1,80 metros, con una plataforma de prensado (donde se colocaban apilados los capachos de esparto con la pasta de aceitunas) de 0,80 metros, y con un largo canal de desagüe que termina en un rebaje de la roca para poder entremeter debajo el recipiente receptor. Todo el conjunto está inclinado unos 30 grados para facilitar el discurrir del líquido.
No he encontrado por las inmediaciones el contrapeso cilíndrico de piedra correspondiente, que servía para sujetar el sistema de poleas que bajaba la viga horizontal sobre los capachos. Al ser una piedra labrada muy codiciada por su facilidad de reutilización en todo tipo de construcciones estoy seguro que no debe estar muy lejos, en algún establo, alguna zahurda, quizá un bujío...
La otra prensa es de bastante menor tamaño, con 85 centímetros de diámetro y una plataforma de prensado de 80 centímetros, rodeada por un canal de 5 centímetros. Lo cierto es que nunca he visto una prensa olearia con unas proporciones tan descompensadas, con una plataforma de prensado tan grande con respecto al conjunto, lo que me hace incluso dudar de su utilidad como prensa de aceitunas, aunque la coincidencia de medidas de las plataformas de ambas prensas (0,80 metros), que es la misma que deberían tener los capachos de esparto, es muy significativa. Pero ahí lo dejo por si alguien tiene a bien iluminarnos. Al igual que su hermana mayor el canal de desagüe termina en una zona trabajada de la roca para permitir introducir debajo algún recipiente. Esta prensa tiene además muy poco inclinación con respecto al plano horizontal.
Ambas prensas olearias (si la de menor tamaño es tal) se encuentran separadas por una veintena de metros, en un grupo de rocas sobre una pequeña loma que exploré con detenimiento como suelo hacer cuando encuentro algún vestigio de nuestro pasado. Y, llamadme loco, pero... en esta roca de la que os pongo fotos más abajo yo veo unos escalones labrados, muy desgastados, que cronológicamente, de ser escalones, deberían ser muy anteriores a las prensas de aceite:
En la parte superior de la roca, una superficie horizontal plana a la que se accede con facilidad gracias a los escalones, hay varias cubetas naturales con desagües. Algunas de ellas parece que podrían haber sido trabajadas artificialmente para darles más amplitud, hecho que nos lleva inevitablemente a pensar en algunos altares rupestres distantes apenas unos pocos kilómetros, que diversos autores coinciden en datar en el Bronce Final, como el de las Cuatro Hermanas o las Trescientas, ambos en el término Municipal de Malpartida de Cáceres también, en los que las cubetas superiores servirían para recoger la sangre y vísceras de los animales utilizados en sacrificios rituales, probablemente cabras.
Cierto es que los altares rupestres de las Cuatro Hermanas o las Trescientas tienen como acceso a la parte superior de la roca hendiduras circulares en zigzag, pero también podemos encontrar escalones labrados en la piedra en el altar de la Zafrilla (algo más lejano) y en una gran roca en el mismo corazón de los Barruecos.
Como no suelo fiarme de mí mismo ni de mi imaginación con tendencia a desbocarse volví unas semanas después al lugar acompañado de un amigo, una persona absolutamente lega en estos temas, le coloqué frente a la roca y le dije que si veía algo que le llamara la atención. “Seis escalones”, contestó. No hay más preguntas, Señoría.
En todo caso dejo aún abierto el tema, pendiente de una tercera visita ya con la perspectiva que dan unos meses reposando la idea y aprovecharé para un mejor reportaje fotográfico
Quiero añadir por último que desde lo alto de esta roca se tiene una visión más elevada de la prensa olearia pequeña de la que hablé anteriormente...y hace que cada vez tenga más dudas con respecto a su naturaleza.
Enlaces a webs con contenidos sobre prensas olearias:
http://jugimo.blogspot.com/2008/09/la-oleicultura-romana-en-el-campo.html
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/aceite-articulo-multiusos-romanos_11568
Muy interesante la labor de investigación directa y documental en todas las entradas y un magnífico estilo literario. Felicidades y un cordial saludo
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Un saludo.
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