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Grabado en el Peligrillo - La Zafrilla, Malpartida de Cáceres

Muy cerca del casco urbano de Malpartida de Cáceres, a poco más de dos kilómetros y medio de la Plaza de la Nora y siguiendo uno de los caminos que nos llevan hasta Aldea Moret (Cáceres), se encuentra el paraje de Peligrillo (La Zafrilla). Es una zona de aprovechamiento agrícola y ganadero, con núcleos dispersos sin labrar de canchales y matorrales, y donde las vacas se mueven a su antojo por los terrenos abiertos. En uno de esos pequeños oasis de peñas y escobas hay una roca con una superficie plana, inclinada unos grados de la vertical, de unos pocos metros cuadrados, que aparentemente en nada se diferencia de las rocas del entorno. Pero un ojo acostumbrado a buscar siempre algo más en las rocas de la zona, tan rica en vestigios arqueológicos, puede vislumbrar qué sí que hay algo, que sí que hay más, que se quieren asomar unos símbolos grabados en la superficie de granito que la luz tan potente de la mañana hacen casi imperceptibles.



Años y años recorriendo los mágicos campos de Cáceres, Malpartida, Arroyo de la Luz, Casar de Cáceres, etc, ya sea caminando o en bicicleta de montaña, disfrutando de la naturaleza pero también en busca de las huellas que nuestros antepasados han dejado desde los tiempos más remotos, por puro placer, por pura curiosidad, por sentirme en la necesidad de aprovechar y conocer a fondo el lugar tan privilegiado en el que me ha tocado vivir, me han enseñado que una de las cosas que nunca debe faltar en mi mochila de fotografía es…una tiza.


Repasé con la tiza con cuidado y paciencia los grabados sobre el granito y poco a poco fue aflorando un mensaje que no por menos remoto en el tiempo dejaba de ser menos emocionante (lo transcribo literal):


“(Dibujo de un calvario con base triangular y una cruz) de Enero

año 1896

Haqui Fallecio

Pedro chaves

Gonzales el dia 19”





Es evidente que las dos primeras líneas (obviando el calvario) “de Enero / año 1896” deberían ir situadas al final del texto, pero una mala previsión a la hora de ejecutar el grabado provocó que el autor/autores se quedaran sin espacio de roca libre para terminar su trabajo y optaran por la poco elegante solución de situar el final de la frase al principio de la misma.

En todo caso disponía de un nombre, una fecha y mucha curiosidad, así que me impuse la obligación de acudir al dia siguiente al cementerio de Malpartida de Cáceres a buscar la sepultura del tal Pedro Chaves, puesto que ese día ya lo tenía ocupado en mi primera intención: visitar los abrigos rocosos mejorados de los que tenía noticia que existían por la zona del Peligrillo, pero ese tema lo dejaremos para otra entrada del blog.

El emplazamiento del cementerio de Malpartida data de mediados del siglo XIX, debido a que los lugares habituales de enterramientos en Malpartida de Cáceres, esto es, interiores y exteriores de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y Ermita de San Antonio, se encontraban completamente faltos de espacio, por lo que se dispuso la construcción de un nuevo cementerio a las afueras de la localidad, en el Prado de las Piñuelas, construcción que se llevó a cabo en febrero del año 1858, ampliándose apenas cincuenta años después y nuevamente hace unos pocos años, ya en este siglo XXI.

Me personé en dicho cementerio una mañana lluviosa, saludé al empleado municipal que se encontraba en la puerta y le pregunté por la ubicación del cementerio viejo dentro del actual recinto. Amablemente me dio las indicaciones oportunas y en unos minutos me vi recorriendo el cementerio primitivo. Lo primero que me llamó la atención fue que los apellidos de la persona que falleció en el Peligrillo (Chaves González) eran más que habituales en el municipio. Y lo segundo es que todas las lápidas con las que me encontraba eran como mucho de principios del siglo XX. En estas me encontraba cuando se acercó el empleado municipal y me preguntó si podía ayudarme. Le conté parte de la historia, que buscaba una lápida de un tal Pedro Chaves Gonzales , o González, fallecido en 1896, y me informó que del siglo XIX practicamente no había lápidas, bien porque se habian ido sustituyendo o porque los enterramientos más humildes eran en la misma tierra, sin que queden rastros. No obstante me enseño una lápida que el pensaba que en ese momento era la más antigua del cementerio, después de haberse retirado hacía poco una de 1858. Se refería a esta lápida:



En cuanto la vi se activó mi sentido arácnido ;-), ¡Los apellidos coincidían con los de nuestro amigo Pedro Chaves! María Chaves González, que falleció en el año 1879, a los 17 años de edad. ¿Sería su joven hermana, fallecida 17 años antes? Lo que estaba claro es que en el cementerio no iba a encontrar respuestas.

Era consciente de que mi búsqueda era pueril, posiblemente inútil y sin mucho sentido. Pero qué le vamos a hacer, demasiado viejo para madurar, he dedicado media vida a empresas sin pies ni cabeza. Así que no di por finalizado mi empeño en conocer quién era Pedro Chaves, si era un malpartideño fallecido en sus campos un día de Enero de 1896, posiblemente en plenas faenas agrícolas o ganaderas, o si por el contrario era un vecino de la cercana Cáceres, Arroyo, Aliseda....

Gracias a una buena amiga que tuvo a bien ayudarme en mi afán tuve acceso a las partidas de defunción de Pedro Chaves Gonzalez y, ya puestos, de María Chaves González. La primera se encuentra custiodiada en el Archivo Parroquial de Malpartida de Cáceres, y la de María Chaves, algo más antigua, se encuentra en el Archivo Diocesano de Coria-Cáceres. Por el tiempo transcurrido ambas son de acceso público y puedo reproducirlas aquí.

Esta es la partida de defunción de María Chaves González:




y esta es su transcripción literal:

MARIA CHAVES CONZALEZ

PARTIDA DE DIFUNTOS. LIBRO 7/folios 430r-430vtº

ARCHIVO HISTÓRICO DIOCESANO DE CORIA-CÁCERES

FONDO PARROQUIAL DE MALPARTIDA DE CÁCERES.

En la Iglesia parroquial de Santa María de Malpartida de Cáceres, Obispado de Coria, el día veinte y nueve de septiembre de mil ochocientos setenta y nueve, yo, don Juan González Flores, Cura Párroco de la misma, mandé dar sepultura eclesiástica en su Cementerio, como con efecto se la dio,  a el cadáver de una joven de edad de diez y siete años llamada María Chaves González, que de una congestión cerebral según Certificación Facultativa, había fallecido a la hora de las diez de la mañana del día próximo anterior. Era de estado soltera, hija legítima de Juan Chaves Manzano y de Juana González, de esta naturaleza y vecindad. Solo pudo recibir la Santa Extrema-Unción y por el bien de su alma, según disposición de sus padres, se le hizo el funeral menor llamado aquí, vulgarmente, medio entierro. Y, para que conste, firmo la presente partida en el día, mes y año expresados. Bachiller Juan González Flores.”

Como ahora comprobaremos, María no era hermana de Pedro Chaves, pese a la coincidencia de apellidos, que como ya he indicado son muy comunes en Malpartida: los nombres y apellidos de los padres son diferentes. Pero me ha parecido interesante publicar aquí la partida de defunción de María Chaves como pequeña curiosidad histórica, aunque finalmente no tenga nada que ver con la historia que nos ocupa.

Y he aquí el último eslabón de la cadena al que he conseguido llegar, la partida de defunción de Pedro Chaves González:


cuya transcripción literal es la siguiente:

PEDRO CHAVES GONZALES.

PARTIDA DE DIFUNTOS. LIBRO 8/folio 283

ARCHIVO PARROQUIAL MALPARTIDA DE CÁCERES.

Pedro Chaves Gonzales, consorte de Trinidad Patrón Criado, murió el 15 de Enero de 1896.

En la Iglesia parroquial de la Asunción de Malpartida de Cáceres, provincia de este nombre, obispado de Coria, en diez y ocho de enero de mil ochocientos noventa y seis, yo,  don Francisco Sánchez Moreno, Cura Regente de la misma iglesia, celebré las exequias fúnebres y en su Cementerio ordené darle sepultura eclesiástica al cadáver de Pedro Chaves González,  consorte de Trinidad Patrón Criado e hijo legítimo de Francisco Chaves Fajardo e Inés González, natural y vecino de este pueblo de Malpartida que a la edad de sesenta y siete años había fallecido a las cinco de la tarde del día quince de expresado mes y año, a consecuencia de  apoplejía cerebral,  calificada así en la licencia del señor Juez Municipal; no recibió sacramento alguno por haberlo encontrado cadáver; no testo, su único hijo dejado de su mencionado matrimonio llamado Francisco Chaves Patrón. Le hicimos sus sufragios y el oficio de sepultura y misa vigilia de cuerpo  presente, se le hicieron los funerales según lo dispuesto  por su hijo y para, que conste, lo firmo fecha ut supra. Entre líneas ocho=vale

Rúbrica: Francisco Sánchez Moreno.”

La partida de defunción de Pedro Chaves corrobora que tenía 67 años y era natural y vecino de Malpartida de Cáceres, y por la fecha del fallecimiento tuvo que ser enterrado necesariamente en el cementerio del municipio, donde ya no parece quedar rastro. Me llama la atención que en la partida de defunción consta como fecha de las exequias fúnebres el 18 de Enero, cuando yo interpreté en el grabado que había fallecido el 19 de Enero, por mi desconocimiento de la grafía habitual de la época. Pero la transcripción de la fecha de fallecimiento que figura en la partida de defunción, realizada por persona experta en la materia, es 15 de Enero.

Y hasta aquí esta historia sin historia, esta pequeña anécdota del fallecimiento de un malpartideño en el siglo XIX al que alguien consideró que era necesario rendirle un pequeño gran homenaje dejando constancia en una roca del lugar de su fallecimiento.

Seguramente alguien conocedor de las tierras malpartideñas que lea estas líneas se acordará enseguida de la cruz labrada en piedra junto al camino que lleva a la charca de los Barruecos de Arriba que también homenajea a otro fallecido a cielo abierto, Fernando Rebollo, sin fecha inscrita, que murió ahogado en dicha charca, grabado éste mucho más conocido por estar en una zona de paso habitual.

Que la tierra les sea leve a ambos.


P.S.- Consultando diversas cartografías he podido comprobar que el trazado del camino que lleva a la zona que hemos tratado ha variado a lo largo del tiempo, por lo que la roca con el grabado, que actualmente se encuentra a unos 90 metros del camino, en su día estaba casi al borde del antiguo trazado, por lo que era mucho más visible para los que transitaran por allí, ya que hoy en día es del todo imposible ver la cara de la roca con el grabado desde el camino actual. Probablemente la visibilidad del grabado desde el trazado antiguo del camino fue una de las condiciones determinantes para escoger aquella peña y no otra a la hora de realizar el humilde memorial a Pedro Chaves.


Ubicación: 39°26'18.5"N 6°28'55.8"W

Comentarios

  1. Me encanta la historia. Espero que sigas enseñadonos pequeños retazos de tus descubrimientos en este blog.

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  2. Que agradable narración de la aventura de investigar porque si. A seguir disfrutando!!!

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  3. Me ha sorprendido la historia sin historia y el narrador. Nunca hubiera imaginado que mi compañero y gran desconocido podía estar alimentandonos con historias de un ayer. Sigue con ello. Y gracias por compartirlo.

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  4. Bonita historia, Don Farraguas. Esperando la próxima...

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  5. Por fin te encontré, compi. Yo, la última, como siempre, pero no por ello menos fan.

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