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Un cerro en la llanura, Casar de Cáceres (grabados)

En el término municipal de Casar de Cáceres, en medio de una extensa llanura con algunas suaves pendientes, se alza abrupto un cerro cónico que siempre me había llamado la atención al pasar por la zona, pues un caótico montón de rocas parece que son empujadas desde el subsuelo por la mano de algún gigante mitológico. Y razoné que, al igual que despertaba mi curiosidad, probablemente antiguos habitantes de estas tierras también se sentirían atraídos por esta elevación que ofrecía posibilidades de refugio y de oteo del terreno circundante. Terreno que, por otra parte, es más que rico en vestigios arqueológicos y huellas de diferentes épocas pasadas, y que aún sigue vivo gracias al aprovechamiento agrícola y, sobre todo ganadero. Así que una mañana radiante de sábado, benditos sábados, decidí madrugar y, después de consultar en Google Maps la mejor manera de acceder a aquel cerro que tantas veces había visto en la lejanía, me calcé mis botas de senderismo, me colgué mi mochila de fotogr

Grabado en el Peligrillo - La Zafrilla, Malpartida de Cáceres

Muy cerca del casco urbano de Malpartida de Cáceres, a poco más de dos kilómetros y medio de la Plaza de la Nora y siguiendo uno de los caminos que nos llevan hasta Aldea Moret (Cáceres), se encuentra el paraje de Peligrillo (La Zafrilla). Es una zona de aprovechamiento agrícola y ganadero, con núcleos dispersos sin labrar de canchales y matorrales, y donde las vacas se mueven a su antojo por los terrenos abiertos. En uno de esos pequeños oasis de peñas y escobas hay una roca con una superficie plana, inclinada unos grados de la vertical, de unos pocos metros cuadrados, que aparentemente en nada se diferencia de las rocas del entorno. Pero un ojo acostumbrado a buscar siempre algo más en las rocas de la zona, tan rica en vestigios arqueológicos, puede vislumbrar qué sí que hay algo, que sí que hay más, que se quieren asomar unos símbolos grabados en la superficie de granito que la luz tan potente de la mañana hacen casi imperceptibles. Años y años recorriendo los mágicos campos